Obsesivo.

¿No les asusta cuando conocen a una persona obsesiva? A mi sí, y más que la muerte, que algún pariente o amigo cercano fallezca o que lo pierda todo, las personas obsesivas encabezan mi lista de los más temibles de la historia.

En mis épocas de jugiplayer, que no fueron las mejores, me cruce con cada chica que... podría quedar chiquita con Glenn Close en Atracción Fatal. Incluso salí con una que me llamaba cada cinco minutos cuando no estaba con ella, hasta que me harté y en una de esas llamadas la mande tan lejos que hasta ahora no la veo. Conocí a otra que me amenazó con botarme de la universidad si la dejaba. Al final la deje y deje también de estudiar por año y medio. Cosas de la vida, chico!

Como muchas personas trato de entender a que se debe ese tipo de comportamiento. Me considero de las personas que le quieren encontrar el porque a todo (es típico de los ingenieros) y hasta a lo ilógico le encuentro lógica. Entonces, pensando mucho en la musaraña, entendí que ello se debe a una falta de atención y en una gran necesidad de ser querido, amado e inseguridad (cuando no, la inseguridad). Y no es por nada, pero yo me considero dentro de ese grupo también, y atando cabos me he dado cuenta que soy un obsesivo como las personas que he conocido. Trato de no serlo, trato de controlarlo, pero es cuando me enfrentó a mi mismo que me doy cuenta que me comporto como si fuera otra persona. Lo quiero saber todo, me gusta ser el mejor, quiero, quiero, quiero... hasta que me veo en un espejo y me pregunto “¿que michi estoy haciendo?”

¿A que va todo esto? Ojalá algún día lo leas. Te odio y te amo tanto que me has hecho ver de que estoy hecho.