Un año más

Un año más y la única diferencia sustancial que he visto en mi es la guatasa que me ha crecido. Quien diría hace algunos años, que el flaquito con el gato en la cabeza se convertiría en el nuevo gordito con el gato afeitado en la cabeza. Ok, en realidad no estoy tan gordo, pero llenarme los fines de semana con chela, vino, rones, gaseosa, pastas, tapitas, papas fritas, “hamburgruesas”, pizzas y una infinidad de comida chatarra me han hecho subir al menos unos kilitos.

Y son 30… que viejo de verdad. Ya siento que no puedo correr como antes, que me disgusta la música actual (a.k.a. reggaetton), que soy capaz de corregir a todo el mundo, que soy el sumun del conocimiento, que soy el hombre perfecto, que mi padre tenía razón en aquellos consejos que me daba de mocoso, que la cabeza se me ha puesto más blanca, entre muchas otras señales a las que quiero hacer caso omiso. Como sea, es un año menos de vida.

Ni siquiera es una buena edad, no soy lo suficientemente viejo como para ser la atracción de mocosas en busca de experiencia ajena ni lo suficientemente joven como para ser el objeto deseable de mocosas inexpertas. No puedo tener una etapa de crisis, pues no se me está permitido hasta cumplir los 40 (o en algunos casos a los 33), ni tampoco puedo encontrarme solo pues me convertiría en uno más de la estadística (valor!!!). Realmente es una edad con la que debo tener cuidado.

No creo que vaya a ser un buen cumpleaños, el día de hoy amanecí con dolores de cabeza y garganta, lo que pronostica una indeseable gripe. Eso no me va a dejar tomar, disfrutar de un buen vino, ni de pasearme calato por la casa cuando salga de bañarme, no me dejará fumar mis cigarritos y menos ganas voy a tener para escribir posts.

Gracias a todos aquellos que me saludaron, a todos los que ya lo hicieron y a todos los que vayan a hacerlo, me sorprende haber recibido ya cartas de felicitaciones de mis mejores amigos como Vivanda, DeRemate.com, BIF, Wong, entre otros (no se me resientan, ok?), pues aunque a algunos de ellos veo más seguido que a otros, sepan que a todos los tengo presente siempre.

Por lo pronto, mañana seré un año más viejo. Más lento, menos comprensivo, más irritable, más yo y menos joven. Dicen que uno es tan joven como quiere sentirse y yo aún me siento joven, pero… eso solo me lo creo yo.