Confesiones de EL paria.

Había leído de la reunión de bloggers en el blog de unos patas y quise ver de que trataba esa huevada, nunca asistí a una reunión pero la curiosidad me gano y fui con mi ratasaurio a pasearme por las calles de barranco, camine tres horas buscando el lugar donde se reunirían hasta que lo encontré. Pase una vez y vi un culo de gente comiendo como condenados, todos embutiéndose la comida como si nunca hubieran comida, mi ratasaurio y yo estábamos babeando de lo rico que se veía todo eso que comían pero no nos dio ganas de entrar. Pasamos una segunda vez y tenía que jalar la correa al ratasaurio para que no entrara, no iban a dejarnos entrar por que nunca dejan entrar a animales a estos sitios, así que nos fuimos a dar otra vuelta. Ahí a lo lejos reconocí a mi broder el dragón, lo he visto en fotos de otras reunas, estaba todo tiza como queriendo impresionar a las flacas que iban, buena gente parece. También reconocí a otros blogueros como Schatz o Leuzor, esa gente siempre se apunta pero yo, creo que no me querían invitar, no sé ni me importa, yo me iría a comer con mi negrita donde la tía juanita más rico, una porción de choncholi con su ajicito y chelita bien helena, como a ella le gusta. Volví a pasar y me detuve al frente, me hice el loco, quería saber que había ahí dentro y me entró la curiosidad, puta no sabía si entrar o no y dejar al ratasaurio afuera era mucho baina. Hasta que una chica linda salió a botarme, “fuera loco de acá, saca tu perro o llamo al serranazgo”, “que te pasa gorda?”, le dije, “por qué me botas si ni siquiera estoy dentro”, “fuera de acá”, me repitió, “no quiero que molestes a mis clientes, este es mi restaurante y si quiero y te boto”, puta me llegó al huevo que la flaca me dijera eso, estaba a punto de soltarle al ratasaurio que empezó saltar y ladrar echando baba dentro de su restaurante de mierda como si lo hubiera poseído el perro de La Profecía. “Ok, ok, me voy”... pero escuché que dentro empezaron a hablar de mi. Que? No jodan, por que hablan de mi? Tamadre, me llegó que luego todos empezaran a reírse, se estaban burlando, todos con sus panzas llenas de frijoles y arroz del tacu tacu que se estaban empujando, la culpa la tiene ese conchesuvida del dragón que soltaba cada carcajada como payaso de circo. Puta, no aguanté y le solté al ratasaurio que de un salto, empujo a la dueña del restauran que terminó golpeándose con la esquina del mostrador y se le reventó la cabeza como un globo de agua en carnavales, de esos que tiran los pirañones por la plaza butter. El dragón se volteó solo para ver que el ratasaurio se le iba encima, carajo todos se levantaron del susto al ver como mi perro le agarró el brazo y lo sacudía como un trapo sucio. Su sangre empezó a manchar las paredes y las ropas de los que estaban cerca de ahí como chisguetes de carnavales. “Ratasaurio, no”, grité, pero el condenado no me hizo caso y me metí para agarrarlo, cuando un huevón dijo “oe, ese no ese el paria?” Y todos empezaron a llamarme por mi nombre, puta, que emocionado me sentí en ese momento, olvidé que el dragón estaba siendo masticado por mi pura sangre y me acerqué a saludar mientras sus gritos no me dejaban entender a quienes saludaba. “Hola, como estas?”, me dijeron algunos, otros me abrazaban como si fuera su broder, todos olvidándose del dragón que de dragón solo tiene el nombre.

Algunas flacas que no conocía me empezaron a gritar, “saca tu perro, saca tu perro, lo estás matando”, pero a otros que les gusta la sangre me dijeron “no déjalo ahí, no puedo creer que estoy viendo al paria aquí”. El dragón gritaba fuerte no sé si me saludaba o que quería, pataleaba como los cagones del alianza y le metió un patadón como Lui Kan de Mortal Kombat a una flaca que la mandó hasta la pared de enfrente, entonces se paró la amiga y me dijo “sácale la mierda a ese huevón”, y yo puta no sabía que hacer, al carajo, si todos quieren ver como mi ratasaurio hace lo suyo, pues que chucha, así que agarré la mayonesa que se le gusta a mi perro y se la eché encima de la cara del dragón, “nooo”, gritó, atorándose con su propia sangre que le salía a borbotones como esas fuentes de Feng Shui, el ratasaurio lo agarró del cuello y lo zamaqueó como peluche de cinco lucas. Todos se pararon alrededor de la mesa y empezaron a gritar “ratasaurio, ratasaurio” y a mi perro lo vi feliz sacándole la conchesumare a ese huevón, veía las caras de las jermas babeando por sangre “mas, mas” gritaban moviendo todos sus brazos como muñequitas, sus ojos estaban más abiertos que quinceañero pajero mirando a la vecina cambiarse de zolcan, los patas empezaron a tirar el conejo para que se confunda entre la carne del dragón y mi perro coma rico, algunas flacas querían sacarlo de ahí, pero cuando les decía quien era yo se tranquilizaban al reconocerme, puta que me sentí de verdad emocionado. De pronto me dicen que una flaca llamaba de Alemania, Ana Lucia, una flaca bien mamacita que también tiene su blog y me la pasaron, “oe que están haciendo?”, “puta que le están sacando la mierda al dragón” le dije, “no”, dijo ella asustada, “quien?” preguntó, “mi doberman, el ratasaurio, pues” le dije, “que chévere” me dijo ella, “ponme cerca” y puse el celular para que mi perro escuchara que le “decía, sácale la mierda, sácale la mierda”, echando saliva desde el celular, me la imaginaba con los ojos desorbitados gritando por el celular.

Es un honor haber sido atacado por el ratasaurio.

Puta, el pobre dragón ya no se movía y me dio pena, así que jale la correa al perro y lo baje de la mesa, cogí dos pedazos de carne, no se si del dragón o del conejo y me comí uno y le di el otro al ratasaurio de premio por el show que todos habían visto, vi el cuerpo de mi broder temblando, como cuando le dan bocado a un perro, bañado en sangre por todos lados, su camisa que se veía ficha estaba intacta, así que se la saqué y la guardé, por siacaso, ya le diré a la negrita que me lave y me quede tiza para irme a la chamba el lunes. Todos empezaron a gritarme, “maestro, maestro” mientras le daban palmadas en la cabeza a mi perro y también ellos cogían pedazos de carne de la mesa y se la daban de comer como para que no los muerda, pero puta mi perro es mansazo, es bien lorna con mis patas, así que les dije que no tengan miedo que él no iba a hacerles nada. “Oe, y por que atacó al dragón?”, me preguntó un chato de lentes que había visto todo desde el principio y tenía una raya de sangre que le cruzaba por toda la cara, “el dragón te estaba dando el premio al mejor blog, huevón”. “Ah, chucha, de verdad? Vi que se reían de mi y me llegó al huevo colgante fuera de calzoncillo y le solté al ratasaurio”, le dije, una flaquita de ojitos lindos se acercó al brazo del dragón que se había caído al suelo después de que mi ratasaurio se lo arrancara como cuando estiras una bolsa de metro y recogió un sobre, ahí sacó un papel y me lo dio. “Premio al mejor blog temático”, decía y puta que me sentí mal, puta mi broder dragón estaba dándome un premio y yo le di el premio a mi ratasaurio, chamadre, que huevón que era, pero puta, ya estaba hecho, caballero nomás. Al final salí con todos a la calle por que el dueño del restaurant, que también se puso en primera fila a ver el show mientras comía su canchita, nos dijo que recogería lo que quedaba para el almuerzo de mañana, dragón relleno, y que también iba a limpiar. Todos salimos mandándole su patada a la huevona que me botó en primer lugar que ya no se movía, algunas flacas empezaron a tomar foto a todo, llenaban de flashes como si fueran papparazis y me pedían que posara con lo quedaba de mi broder sobre la mesa, un flaco le volteo la cabeza y le abrió los ojos “para que se viera bien”, me dijo y una chatita se manchó con la sangre del dragón y escribió en la pared “slaudos” bien grande como para que salga en la foto y me tomé con todos una como para el recuerdo.

Afuera nos tomamos otra foto mientras el tío del restaurante se despedía contento por que ya tenía jama para el día siguiente, no sin antes invitarnos el almuerzo de mañana, todos dijeron que iban a ir, solo si yo regresaba, pero tenía que dejar a mi ratasaurio en la jaus para que duerma, ya había comido rico y ahora debía jatear, así que me despedí de todos y también de mi pata el dragón que sería el almuerzo para el día siguiente. El tío luego salió corriendo con una bolsa detrás de nosotros y me lo dio “es la menudencia de tu pata, nosotros no queremos tanta huevada” me dijo “para que le des de comer a tu doberman”, “gracias”, le dije y nos fuimos con la gente al parque de barranco a conversar, que chévere resultó la reuna de mi broder el dragón.
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N.R.: No soy Chinasky, pero esto es parte de la crónica de la reuna blogger vista desde el punto de vista del ganador a Mejor Blog Temático. Como siempre, disculpo la narrativa, pues como Chinasky no hay como él y espero no ofender susceptibilidades, ya sabes como es, sino te gusta como está escrito este post, ve a los comentarios a quejarte y si quieres más y mejor de lo mismo, lee este blog.

Crónicas de la reuna... mas tardecito pues varón, mientras tanto espero hayan disfrutado este entremes.