Toma CINCO. - Acción!

Camino a la avenida Argentina conversaba con Azulado sobre los papeles que haríamos, en una de esas stoneadas perfectas que solo pueden lograr los brownies con trampa del tío Freddy. Empezando que viajábamos con algunos de los transformers ya maquillados y no podíamos hacer bromas de alto calibre pues sino nos caían con tacos, carteras y tal vez besos como parte de su ofensiva. No, teníamos que ser cuidadosos. En una de esas le planteé a Azulado que pasaría si nos dieran a elegir: uno de los dos tiene que agarrarse a un transformer y el otro le tiene que tocar... el gatillo, por darle un nombre. No diré quien dijo que, pero la boca castiga.

Ya les había comentado de los personajes que son las tracas, había una, amiga de Carla, la pachamanquera, cuyo nombre artístico es Frau Madele-algo, yo la empecé a llamar Frau Dulenta, pero de cariño era Megatrona (por la pistola, pues). Esta era la más llamativa de todas las que había, tenía unas tabas tipo Herman Monster de plataforma del tamaño de su cabeza y al pobre lo veías como si andara en zancos. Otra de ellas era Paolo, creo, con quien surgió una conversación extraña al inicio del rodaje.
Producción: Alo? Con Paolo por favor.
Paolo: Si, él habla. – respondió con una voz varonil tipo sargento malhumorado.
Producción: Te llamo de la película “El inca...”
Paolo: Ay... – con todo el aire escapado – No te reconocí... ya estoy shegando.

Y es que uno a veces se mete demasiado en su papel.

Esta es la foto más nitida que tome. Es de la primera escena desde mi punto de vista.

Habían varias travestis, Danitza era una de ellas y Rosita era otra. En el primer post de esta saga, verás a Rosita en saco y peluca tipo Liza Minelli versión Rambo escondida en la primera foto.
Director: Ok, D96. Conoces a Rosita?
D96: No... – pero ya lo estaba sospechando.

El director me señala al sofá (había un sofá de utilería) donde había una traca desparramada abrigada hasta el cuello, Rosita para los amigos.
Director: Lo que tienes que hacer es hacerle masajes a los pies a “Rosita” Trampita, mientras ella te mira con ojos de deseo. - excuse me! Juat??? O sea... yo, no es que yo no... pero...
D96: Mnn... ok.

Para esto Rosita no podía quitarse las tabas por cuestiones de vestimenta, asi que mi escena cambiaría a tocarle las piernas y sobárselas con... digamos “Ada Chura” (saquen su palabra, pues, rimen). La escena era la siguiente: habría un primer plano a Rosita y sus teresas postizas, ella estaba con un cliente (yo) mientras que la protagonista aparece, viéndonos y las otras señoritas de la mala noche la corren. Finalmente, la protagonista regresa por donde vino y la cámara termina enfocándonos a Rosita y a mi, terminando en un toma de Rosita jugando con sus teresas. C’est Fini!

Mis impresiones? Pues el director dijo que debía tocarle las piernas con más “pasión”, Rosita tenía los cañones de bigotes más gruesos que he visto en mi vida, parecían cables coaxiales y sus alicias mal afeitadas solo lo hacían ver como una caricatura de traca. Y cuando empezamos a filmar, tuve que verle las tetas... no! Mis ojos arden... no las describo solamente por que no quiero que termine traumatizados como yo. Lo que si es cierto, es que después de filmada la escena (hubieron 3 ensayos y tres grabaciones) me arranque los brazos con los dientes pues... no había agua.

Para serles sincero hubiera deseado que el amigo Azulado este despierto a esa hora para que me tome una foto de la escena, que a mi parecer fue graciosísima, pero la única prueba que tengo de ello es la filmación. Al menos tuve dos primeros planos, que es más de lo que obtuvo el amigo Azulado, a menos que editen mi parte y ahí si me fregué por que ya no habría prueba alguna de que le toque... las piernas a una TRACA!!!

La foto de la despedida.

Qué? Te joroba? No pues, yo soy todo un profesional. Sino miren a otros como yo. El desaparecido Christopher “Superman” Reeve besa a Michael Cane en Trampa Mortal (Deathtrap, 1982) y esa ya es suficiente para mi. Al menos lo toque y no lo bese. Para más información remítanse a la película. Además, necesitaba el dinero, soy joven e inexperto.

Jueves, limite Miraflores-Surco-Surquillo, 7:15am.

HMD96: Pero que hiciste?
D96: La to... la toque. – dije tras un último suspiro.
...
...
...
D96: Y le vi las teresas. – y volví a caer.

Después de una delicada cirugía de tres horas, los médicos especialistas me pusieron unas manos mecánicas con las que no tendría problema alguno de sensibilidad, tipo la de Luke Skywalker, con las que podría seguir mi vida sin ningún problema.

Y sobre la filmación... pues nos pagaron en efectivo al termino de la misma (en cubos de energón para las transformers), si te ibas antes no te pagaban. Y eso fue hasta las 6:30am cuando nos dieron para el taxi de regreso a nuestras casas, que es donde empieza esta historia. Me divertí mucho de verdad y no dudaría en volverlo a hacer, claro no todo. No sé si es mal momento para hablar de mi cumple que se acerca. Ya veremos.

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Bonus Post:
Durante la escena con Rosita Trampita pasaron un snack de chocolates como quien tiene un break en medio de la grabación. Por un momento me sentí como en un comercial de verdad, tenía al director en frente, a los camarografos, electricistas, sonidistas y una traca al lado, solo me faltaba sonreir a la cámara, mostrar el Cua Cua que elegí y decir "Cua Cua, no exclusivo para patos... Quak!".

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Durante la cuarta escena compartí roles nuevamente con Carlita Pachamanquita, estabamos en lo nuestro, había química mientras duraba la filmación, algo menos de un minuto por escena. Pero hubo un momento en que nosotros la seguimos de largo, al no haber escuchado el "corten!" nosotros seguimos sumergidos en nuestra actuación, hasta que nos dimos cuenta que éramos el show de todos. Como si nunca hubieran hecho algo así... aprendan calichines.

Escena cuatro. Ese del fondo, soy yo.