Día 23. La resaca.

Estaba con ganas de contarles acerca de las tres irlandesas que acaban de llegar al hostal, de mi despedida con Viktoria y hasta de la chica de los helados que me sirve con yapa, pero después de las bombas criminales (dígase de las ingestiones alcohólicas en masa, para los amigos extranjeros) que me he mandado en los últimos dos días, apenas recuerdo que significan sinestesia, frugal y paradigma.

Todo empezó el jueves con la llegada de mi primo/tío Richard que estaba feliz por un excelente día de chamba y quería tomarse unos “wisconsin” (whiskey para los no entendidos), al toque dije que no, pues ya conocía al primo/tío, pero en mancha me ganaron y ya que mi segundo nombre es “fuerza de voluntad” me deje convencer y terminamos a golpe de 4:30am con sed (pues se acabó el trago), hambre y sobre todo sueño. Es más podría hacer un solo post acerca de las cosas que uno se entera cuando está borracho, pero lo dejaré para cuando haga la biografía de mi abuelo.

El día de ayer mi tío abuelo (como dice él mismo, de la última camada de mi bisabuelo) nos invitó al cumpleaños de su hijo menor, una fiesta infantil, supuse, pero todos sabemos como son las fiestas infantiles. Los mocosos por un lado saltando con Barney y los viejos por otro lado tomando hasta morir. Realmente, las fiestas infantiles acá son otra cosa, me refiero, son como las que recuerdo de niño en Lima y la animadora no amenaza con “meterles cuchillo” a los padres si no le llevan una media, como sucedió en un cumpleaños de SD96.

10:14pm. Chibola, tomando y bailando con sus papis.

A golpe de 9pm ambas fiestas se mezclaron, estaba tomando con un tío, el rey de la carne, cuando sus hijos, dos mocosos de 16 y 15 (la hija de 15 es guapísima, debe parecerse a la madre) llegaron, se sentaron al lado del viejo, como haciéndole guardia, además los niños iban y venían corriendo entre los humos del cigarro, jugando con las chapitas de cerveza y los puchos de cigarro. Lo más gracioso fue ver a un tío con su bebe de meses en brazos, su vaso de chela en una mano y su cigarro en la otra.

12:23am. D96 se ve muy feliz.

Ya pasado todo el alboroto, nos quedamos solo en familia y unos cuantos amigos personales del tío abuelo, tomando cerveza tras cerveza. Dos de la mañana, tres… seguíamos, incluso el tío abuelo puso su karaoke de los Beatles y mientras soltábamos los gallos, seguíamos dándole al trago. A las 5:30am salí de la casa del tío abuelo con dirección al hostal, arrastrándome por las calles de Cajamarca y haciendo el milagro de entrar a mi cuarto y desparramarme sobre la cama. Hoy no sé como me he levantado, buscaba la salida de mi cama y mis slaps, mnn no podía bajar, era espantoso, un rebote horroroso, la resaca era horrible y eterna, pero al fin terminó. Lo que es yo, ya no quiero más trago.

El rey de la carne nos ha invitado al quinceañero de su hija el día de hoy, pensaba ir, pero ir será meterle una estocada más a mi hígado que hasta ahora se está comportando bien conmigo. Y para serles sincero no creo que pueda escaparme, por que acá no tomar con alguien que te está invitando es peor que mentarse la madre. Que suerte que los domingos nadie toma.

4:33am. Una imagen vale mas que mil palabras.

Just for the record... no se vayan a creer que la mocosa estaba más huasca que el viejo, solo que... le gustaba tirarse al piso.