El post del Rojo.

He de admitir que hay algo que no conté.

Se acuerdan que la semana pasada, mientras cenaba en el Marengo (este lugar donde venden unas riquísimas pizzas caseras?) un patita, el típico chico de fraternidad de universidad americana (con chompa al cuello amarrada, camisa amarilla impecable, peinadito con gel y cara de sabelotodo) empezó a hacerle conversa a todo el mundo diciendo (vociferando mas bien) que venía para trabajar en Yanacocha y que tal por cual. Incluso en una parte de la conversación, me dijo que solo venía a Cajamarca de lunes de viernes, pues los sábados le gustaba ir al Aura (esa disco en Miraflores), además que viaja tanto que no sabe donde despierta pues a veces amanece en Venezuela, Colombia o Gamarra. No tengo nada en contra de la gente que es exitosa, es más me alegro, pero pregonarlo… como que a nadie le interesa, no? Un poco más de humildad, pues varón.

El asunto es que después de que salí de comer esa noche, me lo cruzó en el parque, me contó que había conocido a unas flacas la semana anterior y que habían quedado en salir el domingo, pero estaba que las llamaba y nada (por que será?), y bueno, me pidió mi numero para salir con las flacas (eso si se los conté, creo). Lo que no conté es que ya la primera semana que estuve en Cajamarca me comuniqué con Rojo, y me dijo púes su verdadero nombre, Rojoberto, así que cuando le pregunté su nombre a este patita me dijo “soy Rojoberto”. Uy chuma… me dije en mis adentros (bien adentros) este pata es Rojo, la pucha… y se lo dije, le pregunté si era Rojo, pero no dijo nada, como si no me hubiera escuchado.

Entonces me abstuve de hacer comentarios acerca de este pata pues a lo mejor estaba tocando carne con otro blogger.

Pero ayer en la noche me conecté un rato y me cruzo con Rojo (el original) y quedamos en ir a comer algo (ya era tarde y hacía hambre), así que quedamos en ir al Marengo (nuevamente) de paso que conversamos, pues venir a Cajamarca y no conocer a los bloggers locales, como que no es (vale recalcar que Rojo solo está en Cajamarca por chamba, pues él es tan limeño como el perreo chacalonero). Debo confesar además que temía que fuera el limeñito poserazo de la semana pasada… ambos estaban en Cajamarca por chamba (y no shambar) y se llamaban Rojoberto.

Gracias a dios y a los apus, veo un personaje incandescente venir a lo lejos, era el famosísimo Rojo haciendo su presentación estelar al mundo blogger (juro que tengo la foto y la pondré apenas pueda o regresé a Lima) y bueno, empezamos una conversación tímida sobre los bloggers que conocemos, hasta poco a poco tomar confianza como nuevos amigos que uno hace en el extenso camino de la vida.

Es que somos muy timidos.

Realmente el tiempo se pasó volando, la conversa se puso más amena cada vez y hasta la comida se quedó chica, y reincido con lo siempre concluyo acerca de los bloggers que he conocido, conocer a la persona detrás del blog es mucho más interesante que leer uno. Rojo es tan buen pata como me habían comentado algunos bloggers que lo conocen. Y bueno, así termino un domingo tranquilo, después de un sábado de intoxicación y pecado que no vale la pena comentar en absoluto.

Y hoy lunes probé el shambar.