Disconforme.

Todos en este mundo estamos disconformes de como hemos venido al mundo. Los chatos quieren ser altos y los altos quieren ser más altos (tomen chatos!), algunos no tan blancos quieren ser blancos y los blancos quieren ser primer mundistas, los flacos quieren ser gordos y los gordos quieren esta contentos con su contextura, las nadadoras quieren ser pechugonas y las pechugonas (pero las del tipo que dios les dijo “a ti te voy a dar lo que no le he dado a cien mujeres juntas”) quieren un peso menos en la espalda. Y así como todos queremos ser lo que no somos, hago una pequeña lista de aquellas partes de mi cuerpo que no son de mi agrado.

Atención: El siguiente texto puede herir algunas susceptibilidades. Se recomienda la lectura acompañado de una persona adulta e imperfecta.

Por donde empezar? Si, he renegado algunas veces de mi anatomía, pensando que el pasar de los años la cambiaría. Y sí, es cierto, algunas cosas han cambiado, pero no las que yo quisiera, por ejemplo...

La forma como me cuelgan los... músculos. No es que tenga muchos tampoco, pero los existentes ya empiezan a parecer lonjas de carne. Nada que un buen tiempo en el gimnasio, levantando peso no pueda solucionar.

El grosor de mi... brazo izquierdo (y no es que lo utilice menos que el derecho). En verdad, son los dos brazos, como me lo hizo notar Dino en un comentario pasado, el grosor de los mismos me hacen ver como una persona delgada, nada más lejano de la realidad. Y ya que no puedo ensancharlos (alguien conoce un método en que lo pueda hacer?), me queda solamente mantener la forma del cuerpo, pues sino me vería muy gracioso.

Lo despeinado que se me pueden ver los... cabellos. Y es que desde chiquito siempre fui trinchudo, siempre me molesto el remolino que nunca, ni con gel, puedo bajar. Mi cabello siempre fue un problema y más de una vez deseé ser crespo.

Algunas partes por cambiar (parezco un claun, verdad?).

La ligera curvatura hacia la derecha que tiene mi... pierna derecha. Aunque este defecto lo causé mientras aprendí karate (el profesor siempre recomendó un ejercicio para que las piernas no se te chuequearan), también ha sido un estigma que lloro en secreto. Será ese el motivo de mi poca habilidad en el baile?

Lo sensible que a veces puede ser mi... piel. Y es que en climas húmedos, como los de Lima en invierno, la piel se me pone roja y hasta me salen ronchas. Hoy salí en polo y regresé con los brazos como si me hubieran echado ácido. Será el jabón? Será el sol? No lo sé, pero si me revienta que tenga la piel tan sensible. Incluso por eso he tenido que dejar los desodorantes que tienen alcohol.

Lo arrugado que tengo los... ojos. Ya estoy viejo, debo admitirlo, cada vez que me veo frente a un espejo puedo ver como las patas de gallos se van formando. Sé que hay todo tipo de cremas y eso, incluso leí de una tía que “inventó” los ejercicios para la cara (ya saben, mientras más utilices un músculo, este se fortalecerá y en la cara tenemos... uf!), tal vez sea hora de empezar.

Lo abultado que se nota de mi... barriga. El claro consumo de comida chatarra, llámese papas fritas, hamburguesas, papas fritas, churros, papas fritas, pizzas, tacos, papas fritas, salchipapas y chelas (mencioné papas fritas?) han surtido efecto en mi noble anatomía. Nunca volveré a verme igual, aunque dicen que el gym me puede ayudar.

El largo de mi... mano. Creo que esto si es culpa mía por la falta de deporte y aunque como ya lo repetí una vez, tener manos mas grandes sería chévere.

El color negrito que se forma cuando se me arrugan... los codos. Quien lo notó fue mi hermana cierto día y me recomendó usar cremas para evitar la resequedad. Nunca lo hice, para serles sincero lo considero un gasto innecesario.

Y sobre todo, el tamaño de mi... nariz. Durante toda mi vida, mi hermana mayor siempre me molesto con eso y es uno de mis grandes traumas. No seré el chico que tiene “gancho”, pero si lo veo por el lado amable, según mi padre, es un gran atractivo para las mujeres. Y sí, a muchas de ellas les gusta.

Para no hacer largo el post (es algo que intento, por favor ténganme paciencia) les diré que tampoco me agrada el tamaño de mis orejas, que la barba no me crezca pareja, que solo tenga 18 vellos en el pecho (hace tres años habían 13... yeh!) y mi voz, lo que no me hace buen candidato para locutor en off.

A pesar de todos estos defectos, debes pensar que en verdad soy un acomplejado de m... nada más alejado de la realidad, pues a pesar de todo me gusto como soy. Todo, en cierto grado, tiene su atractivo y eso es lo que me hace sentir orgulloso. Claro que un poco más me haría sentir más vanidoso, pero para suplir esas deficiencias... existe la ropa.