Mas o menos, Amigo.

Continuando con la tradición de conocer nuevos lugares donde comer, unos amigos y yo fuimos a parar al Chifa El Amigo (Av Del Ejercito 2195), un sitio recomendado por el archi ultra conocido Gastón Acurio en uno de sus últimos programas, pues valgan verdades, si Gastón dice que es rico, es rico.

La curiosidad nos entró y llegamos al lugar que por dentro es más grande de lo que se ve por fuera. De dos pisos, aunque el segundo pareciera una terraza, “El Amigo” no tiene la apariencia de un chifa convencional, es decir no verás sus decoraciones orientales por doquier, pero si a la familia china que lleva la administración del restaurante. Y según nos comento el dueño, ya tienen años de funcionamiento, lo que se traduce como un buen lugar y con tradición.

Al principio estuvimos esperando a que nos repartieran la carta, y es que ese día en
especial, el restaurante estaba repleto y para colmo de males, solo había un mozo (según los administradores hay dos, uno estaba de descanso). Ello me obligó a ir por la carta y entre bromas nos dijimos que sería autoservicio. Hasta que después de tanta insistencia, el mozo llegó, nos tomó un pedido rápido y escapó con las mismas. Para empezar pedimos dos entradas, Siu Mai, conocidísimos bocaditos chinos que eran más grandes que los que habitúo ver en Wong, por ejemplo. Y también un Chicharrón de Pollo que no estaba nada malo.

De segundo pedimos el plato que Gastón recomendó en su programa, el Kam Lu Wantán, que de por si ya es uno de mis favoritos (me gustan los platos dulces), un Arroz Chaufa de salchicha china (un poco salada la salchicha a mi gusto) y el súper famoso Chop Suei, que pensábamos era una sopa, pero en verdad es un guiso de frijolito chino con pollo, col china y algunos ingredientes más que ya no recuerdo (yo lo comparé con el guiso que se hace para el Tallarín Saltado). Y si la memoria no me falla, el último plato fue un Pollo Enrollado que a comparación de los demás platos servidos, parecía una entrada generosa.

No soy conocedor de chifas ni pienso dármelas de, no es una cocina que me apasione, pero de entre los platos servidos no encontré uno que me simulará un orgasmo gustativo que pueda olvidar fácilmente. No digo que estuvo malo, pero tampoco fue
una explosión de sabores que marque en mi vida un antes y un después. Y aunque el Kam Lu era el plato recomendado, pues no se mostró como tal, era un Kam Lu distinto.

Lo bueno: la atención fue rapidísima y eso que solo había un mozo. Además, según el voto popular de los presentes, el Chop Suei fue quien se llevó las palmas. Es un plato que he visto poco en chifas, pero creo que eso se debe a que solo pido menús. Y como en todo chifa, las porciones fueron generosas.

Lo malo: un solo mozo que atendiera a todos, estaba tan apurado el pobre que cuando le pedimos que nos recomiende un arroz chaufa solo dijo “cualquiera es lo mismo, solo cambia la carne que se le agregue”.

Lo curioso: nunca había visto en un restaurante que los precios de la carta tuvieran centavos. Es decir, si no querías donar tu sencillito a Caritas, debías pedir un plato que costara S/.20.91 con otro de S/.15.39.

Posando para el cherry.