Solo un post mas.

Decir que los peruanos somos los reyes de la informalidad es repetir lo que muchas personas dicen. Para mi el antagónico del “informal” es el “profesional” (esta es una definición propia, también pude llamarlo “pupú”, pero no vende).

El informal no paga impuestos, el profesional lo hace mes a mes y presenta su Declaración Jurada al año, como debe ser.

El informal no cumple las reglas, las adapta a sus necesidades. El profesional si cumple las reglas, se adapta a ellas.

El informal utiliza atajos para terminar una tarea, lo importante es terminarla. El profesional no se mide en tiempo, lo importante es realizar un excelente trabajo.

El informal no tiene palabra, el profesional siempre cumple con la suya.

El informal es conchudo, fresco, vivo, pendejo. El profesional lo es a carta cabal.

Al informal le cuesta un huevo ser profesional, el profesional podrá ser informal en un parpadeo.

Informal malo, profesional bueno.

Esto lo sabemos todos, así como todos tenemos algo de ambos, en diferentes grados. Es imposible que alguien sea completamente informal, así como ser completamente profesional. Cuando era un niño, creo que hasta cuando fui un joven adulto, pensaba que tener una carrera completa era sinónimo de ser profesional y que los informales eran siempre los mentirosos y vivos de la historia. Pero no. Me llevo muchas decepciones a diario con personas que consideraba profesionales, así como sorpresas con los informales, pero a ninguno de los dos les tengo confianza. Cuando alguien quiere arreglar un problema legal de forma profesional, puede demorar años de años en solucionarlo, si lo haces de forma informal, lo arreglas en meses. Hacer algo de forma informal siempre te va a salir más barato, la piratería es rentable y por esos todos los negocios que tengan a lo informal como competencia se irán derechito al fracaso, eso es un hecho.

Jovenes de hoy, futuro incierto?

En verdad me molestan muchas cosas de ambos bandos. Como por ejemplo considerar como profesionales a los futbolistas juergueros o como personas informales a todos los empresarios de Gamarra. Creer que los congresistas son profesionales a carta cabal cuando en su mayoría son más informales que la señora que vende jugos en el Mercado Central.

Y nada, todo este preludio fue para quejarme de los miles/pocos profesionales que salen semestralmente de las universidades o institutos. Casi ninguno toma en serio el hecho de ser un profesional y las responsabilidades que eso conlleva. Igual, no importa ya si terminas tu carrera o no, el único objetivo es trabajar y sobrevivir, dejando de lado la tan mentada formación profesional que al parecer solo se aprende en casa. Y por otro lado, me jode lo difícil que le resulta a uno empezar una empresa propia, la inmensidad de trabas que se le presentan a uno en el camino para dejar de ser informal, obligándonos a recurrir al camino fácil. Quiero creer que puedo ser un buen profesional sin necesidad de tener una actitud informal. Y no digan que no cambie y que me mantenga firme a mis principios, ese consejo no le funciona a nadie.

Tener 32 es una cagada.