Cuando llegue el momento.

A veces me pregunto, como será la muerte?

Cuando era niño, pensar en ello me aterraba. Recuerdo una pesadilla en la que asesinaban a mi familia en un día de playa y recuerdo ver a mi madre, antes de ser acribillada, decirme que me protegiera con una mesa. Recuerdo que cuando desperté, fui a buscar a mi familia para cerciorarme de que todo fue un mal sueño.

Pero que tan cerca he estado de la muerte además de un sueño? Creo que un buen par de veces, pero igual eso no satisface mi morbida curiosidad por saber como será en el futuro. Es cierto, tarde o temprano me tocará. Será en un accidente?, un asesinato?, una enfermedad?, una larga tortura viviente o sucederá en un rápido e intempestivo abrir y cerrar de ojos? No lo sé.

Me imagino que sentiré frío, también creo que sentiré miedo. Aunque no soy muy apegado a las personas, supongo que dentro de mi cabeza pasaran algunas caras familiares a quienes extrañaré dejar cuando me vaya, claro, si me es posible extrañar. Me sentiré fuerte? Lloraré? Querré tener una segunda oportunidad para no cometer los errores que ya he cometido? Habrá alguna especie de ente superior extradimensional que me guíe al más allá? Mi energía corporal seguirá dando vueltas por el mundo convirtiéndome finalmente en abono etéreo para la subsistencia de la raza humana? Existirá la reencarnación? Tampoco lo sé, espero alguna vez saberlo.

Me gustó la imagen.

Puede que con todo este rollo existencial esté sonando pesimista, no es la idea, pero es algo en lo que pensé leyendo los posts de algunos amigos acerca de cómo el cáncer se ha llevado, o se han salvado del mismo, alguno de sus familiares. Me considero afortunado de no tener familiares tan cercanos que se hayan visto afectado por ello, pero si a cientos de amigos a quienes les ha sucedido. Por ejemplo, hace dos años un amigo perdió a su hermana (a quien conocí) y a su madre en menos de 6 meses. Fue espantosamente horrible, el cáncer de la hermana hizo metástasis (espero decir bien los términos) y en cuestión de meses, falleció. El doctor cuando la revisó le dijo que no tendría más de seis meses de vida, tiempo que ella utilizó para reconciliarse con sus hijos y estar más cerca de su familia. Antes de fallecer la hermana, la madre de mi amigo confesó que estaba en la misma situación, solo que no lo dijo antes para no preocupar a la familia que ya mucho tenían con la enfermedad de su hija. Tal vez no deba decirlo, pero mi pata es una persona algo especial y nunca estuvo triste por la partida de ambas, al menos no delante de sus amigos. Él comprendía muy bien que no se podría hacer nada para salvarlas, se tornó frío y me imaginó que eso lo ayudó a sobrellevar la tristeza. Si mal no recuerdo, él decía que no podía ponerse triste porque eso deprimiría mas a su madre y hermana y que eso no las ayudaría. Ni a ellas, ni a él.

Yo no creo que pueda ser tan frío cuando enfrente la muerte de mis seres queridos. Tampoco creo que ellos lo hagan. Pero de que sucederá, sucederá. Y no me gustaría no estar preparado a ello, me refiero... no quisiera tener rencillas con ellos, ni siquiera con las personas a las que alguna vez llame “amigos”. Tal vez sea demasiado pedir para cualquier ser humano.

No, no ando triste, solo divagaba.