lunes, setiembre 10, 2012

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Hace una semana aproximadamente, viajaba en combi cuando subió una flaca con un montón de paquetes. Después de un rato de silencio, la modesta muchacha contesta una llamada y lo siguiente me pareció demasiado. Hablaba con fulana acerca de cómo mengano le pidió la mano. Yo no soy nadie para juzgar a nadie, una de mis 23 máximas lo dice:
(con la voz del narrador de el coyote y el correcamino)
Máxima N°14:
“No juzgueis si no quereis ser juzgado.”
Y bueno, como no es posible que la próxima señora me juzgue, les cuento… empezó a dar detalles de cómo fulano hablo con su papá, de lo que comieron, de lo que le dijo a la madre y a casi medio millar de familiares, hace dos días. Hasta le contó de que tamaño lo tenía… el anillo (también posible a malinterpretaciones, pero me refiero al anillo de compromiso). No sé, tanto detalle me pareció muy peligroso, uno nunca sabe que clase de loco con un blog te puede estar escuchando y luego se lo cuenta a toda la internet. Y como nadie en la red es morboso, quien sabe que otra clase de loco te puede estar leyendo.
Otra vez, también viajando en combi (las cosas que uno se pierde manejando solo en un auto… JA! En sus caras!), una mocosa, de quizá unos 20 años le contaba a su mejor amiga de su visita al ginecólogo. Debo confesar que me saque los audífonos pero fue para escuchar la hora de The Beatles en Radio Mágica y de casualidad... solo de casualidad, me gane con el resto de la conversación.
En lo personal yo trato de ser cauto cuando contesto una llamada en la calle o incluso en casa, no me gusta dar mucho detalle de lo que en verdad trata mi conversación, aunque sea mi madre la que este escuchando (especialmente ella). Asi que temas de bancos, rajes o donde estuve la semana pasada, son temas que evito. Quieres que te lo cuente, te lo digo en persona.
A manera de pecar de infidente, un dedo con esa característica indica adicción al sexo.

Quizá el mismo entorno me haya marcado. Con tantos robos, secuestros y demás cosas que uno ve en la televisión, uno se asusta y evita formar parte de esa estadística. La verdad prefiero ser desconfiado y perder una llamada con apariencia de importante, que confiarme y ser el blanco de alguna desgracia. Ok, quizá exagero, pero no esta demás decirles que nunca hablen de dinero dentro de un taxi o digan hacia donde van teniendo tanto publico alrededor. Y si van a hacerlo, miren a su alrededor, vean quienes los rodean, sospechen… 
Y tu me preguntaras... ok, si tienes tanto miedo de exhibirte en la calle, no temes que lo mismo te pase en la internet? Después de todo, escribes un blog personal. 
Pues si... todo aquel que haya leído mi blog en algún momento, me conoce un poco mas que en persona, pero la verdad acá no detallo taaaanto de mi vida. Ok, quizá si, pero nomas tantito. Y nada de información ultraconfidencial, sino anécdotas o tonterías que se me ocurren.
...
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Quizá deba repensar ello. Ya sé de alguna clase de locos que me lee, pero no de todos... 
Holly crap! Me siento observado...
Ja… y después dicen que yo soy el paranoico.

2 Comments:

Blogger George said...

A mi una vez me toco un tipo, en el metropolitano, que hablaba de dinero, de mucho dinero. Tanto que por un momento me sentí estafado o, por poco baleado por un ejercito de marcas, y eso que yo no tenía nada que ver en el asunto.

6:31 a. m.  
Blogger Dinorider d'Andoandor said...

sí, peligroso eso de ventilar vida y milagros, luego vienen los robos y la canción, ninguna precaución es poca

6:43 a. m.  

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