miércoles, julio 05, 2006

El miedo.

Todos tenemos un miedo ridículo, algo que no nos enorgullecería contar, pero que preferimos evadir cuando lo enfrentamos. Puede ser miedo a los grandes espacios (agorafobia), miedo a los pequeños espacios (claustrofobia) o miedo a los espacios medianos (miedoespaciomedianofobia). Ok, tal vez eso sea normal y no sea motivo de vergüenza, pero yo tengo un pavor especial que creo ya supere. Miedo a los payasos (¿payasofobia?).

Sin saberlo me di cuenta que es un miedo bastante común. En realidad no es un miedo a los payasos, sino a las personas disfrazadas. Y realmente no sé si es miedo en si, pero si incomodidad y hasta nerviosismo, es algo que siento que no me deja acercarme a ellos y deseo volverme invisible a su paso.

En mis épocas de mocoso recuerdo haber ido a un parque de diversiones, no en Lima, donde un tipo disfrazado de Tiro Loco Mc Graw me botó con su disfraz al suelo y haberme hecho raspar mis inocentes rodillas a la ingenua edad de 8 años. Dos años antes, un payaso contratado para mi cumpleaños, me hizo reventar mi piñata llena de dulces comprados en la carretilla frente al mercado de Surquillo, para que cuando reventara todos los mocositos invitados recogieran sus golosinas. Acto seguido, el payaso me levantó como cuando levantas a tu perro para que no se mee en la alfombra y me dijo “deja que ellos recojan, tu tienes muchos en la mesa”. Eso sin contar los que me sacaban a bailar, y yo demostrando mi gran habilidad de oratoria, siempre terminaba de perdedor y todos se reían de mi. Otras veces, si era menos suertudo, un payaso me decía “anda jode a tu vieja, mocoso de mi*rda” cuando pedía inocentemente un regalito. Ni siquiera me sentía cómodo estando disfrazado, me sentía vulnerable y hasta ridículo, era algo que no iba conmigo.


Desde entonces a las personas disfrazadas de Papa Noel, Barney (aunque no es de mi época), algún Teletubbie (que los odio solo por ser... Teletubbies) o Scott, el cachorrito, me dan cierta reticencia verlos acercárseme por los pasillos del supermercado. Una vez, Scott el cachorrito me vio con mi sobrino en la carretilla y me puso un paquete de ph entre mis compras. Agarré y se lo devolví, pero lo volvió a poner... lo volví a agarrar y se lo devolví... y lo volvió a poner. Entonces, antes de arrebatarme y molerlo a golpes (al puro estilo asesino de Chinasky00), bajó la cabeza y me acarició con la inmensa bola de peluche sobre el pecho, haciendo como un perro. Me asusté, no sé si por que pensé que quien se encontraba debajo de ese traje alfombrado era un pata o porque si no lo recibía iba a recibir el mordisco de mi vida.

Esa vez fue bastante light, y pensé que había vencido ese miedo, hasta el penúltimo cumpleaños de mi sobrino en febrero, cuando invitó al alma del Hombre Araña, un pata más flaco que el hambre, que en lugar de llenar el disfraz, parecía colgarlo para el verdadero Spiderman. Recuerdo que me sacó a bailar (mi kryptonita) algo de perreo delante de toda la sarta de madres jóvenes amigas de mis hermanas. Hasta me estaban arreglando citas a ciegas, y juro por mi Zashecita que está en el cielo canino, que así fue hasta que me vieron bailar. Hasta la animadora (jijunalagran...) hizo un comentario que me hizo retroceder miles de años atrás cuando viví esas escenas por primera vez.
Tengo miedo a los payasos, ¿y qué? No dicen que el primer paso es admitirlo. Tal vez la próxima asesine a uno... o mejor, lo haga bailar...

6 Comments:

Blogger mosquito said...

yo... le tengo miedo a todo. ya lo admiti *)

1:45 a. m.  
Blogger Peppermint said...

¿Ese payaso de la imagen no está muy gordo?

5:40 a. m.  
Blogger Ursula said...

Ja ja, que buen post... Mi hermana de chiquita le tenia miedo a los payasos, cada vez que llegaba a una fiesta infantil se tapaba la cara y cuando la eligieron Reina de la Primavera en el nido , apenas llegó el payaso del show se le fue todo el glamour y el aire real y se arrancó a llorar como loca... Yo empecé a desconfiar de los payasos desde que vi Poltergeist, ahora los miro de lejitos nomás..

8:59 a. m.  
Blogger Laura Zaferson said...

Yo creo que no se le tiene miedo a los payasos... se le tiene miedo al maquillaje de los payasos. Lo que hay que hacer es un sampling de demaquilladores en crema en los alrededores de los circos de Lima. (Ahora que tenemos fiestas patrias encima... es el momento) Por mi parte, trataré de iniciar la tendencia "payaso de cara lavada". A ver quien me sigue. ;)

2:12 p. m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Caracola: el segundo paso es admitirlo.

peppermint: quise poner un payaso que asustara.

ursula: desde polteirgeist que tampoco dejo que nada debajo de mi cama se encuentre al acostarme.

laura: gracias por la visita! yo creo que lo de los payasos es cuestion de actitud, no de piel... escucharlos en los micros o en las calles...

7:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que te habra hecho el payaso cuando eras chibolo

y no me refiero a la caida ni lo de la pinata

2:15 p. m.  

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