Mis crónicas pedidas.

El 11 de Julio del presente año, Novivo escribió:

“Puedes hacer un post sobre tu fiesta de promoción? Por que en varios comentarios en mi blog la has mencionado. Creo que sería un interesante post.”

Bueno, en verdad no sería un post interesante, pero prometí contarlo en algún momento (a ver si hago que resucité el hermano Dragón Novivo que hace tiempo anda desaparecido). En verdad tampoco fue en mi fiesta de promoción, pero fue en una fiesta con la gente de la universidad. Es más hasta probablemente no haya sido igual a la historia Negocios Universitarios, pero aquí va.

En alguna noche del 2005 terminábamos la presentación final de Proyecto Electrónico 2, donde habíamos presentado a la sociedad a Cleptofotomonomanobot o Clefo para los amigos (a que adivinan a quien se le ocurrió semejante nombre). Éramos un grupo de 17 personas de las que fuimos a nuestro tono privado 16, pues uno de ellos era más pisado alfombra en puerta de Ripley. En tres autos, nos dirigimos a Surco, lo gracioso resultó que el auto en el que viajaba se malogró en plena Costa Verde (para los que no saben que es la Costa Verde es una carretera frente a la playa que cruza muchos distritos de Lima, llovía de San Miguel a Barranco inicialmente). Habremos pasado dos horas desde que el auto se malogro hasta que llegó un mecánico a auxiliarnos, en plena noche, frente a la playa y enternados, osea mi terno de negro que era, termino gris rata. Llegamos casi tres horas después a chupar en la casa de mi pata el Chino (el hombre invisible) de donde partimos a otro lado para continuarla. Fue gracioso por que me gané con un pase cuando el viejo del Chino le empezó a gritar (supongo yo que en chino por que no entendí ni pío de lo que le decía) del porque nos habíamos reunido ahí. Al final el Chino me contó que no le estuvo gritando sino que siempre hablaba así.

Terminamos en la casa de un segundo pata de la universidad donde medio grupo cayó rendido, es decir nos podías ver a algunos dormidos sobre los sofás. Una amiga se puso a chupar hasta morir y terminó agarrándose (besar para los no entendidos) a un amigo con cara de pared sin tarrajear. Yo ya tenía buen tiempo con FD96, pero ella no asistió esa noche, había una amiga que me “llamaba la atención” y bueno, no pasó nada por que en una de esas marcaciones, llega esta amiga a gritar frente al celular frases subidas de tono o frases con contenido erótico explicito que mi flaca se puso como pichín y me estuvo llamando cada tres minutos. Que pesada son las mujeres celosas! Hubieron más cosas importantes de esa noche que podría mencionar, pero no quiero extenderme, aún hay más por contar.

El 06 de Noviembre del presente año, Pripilas escribió:

“No puedo negar que me has dejado pensando en eso de las vecinitas, la búsqueda del arete y el perreo sin música. Escríbete algo de eso algún día pues jejeje.”

Cuando vivía en Barranco, viví en un mismo edificio en dos pisos distintos, en verdad no era un edificio, era una casa de tres pisos (independientes). Los primeros años lo hicimos en un tercer piso donde nuestra “casa” estaba dividida en dos zonas, los cuartos (que era un solo cuarto con un muro de división y baño al lado) y la cocina/sala/comedor/pasadizo que era más pequeño que una ratonera. Pero recalcaremos la parte de la escalera que estaba dentro del seudo edificio, pues era una parte íntima, demasiada caleta, exageradamente privada.

Una noche, yo un púber no mayor de trece años, había sido encomendado a comprar una gaseosa de dos litros (las de 3 no existían todavía). Como todo niño solo pensaba en jugar a la pelota y no perderme mis capítulos favoritos de Calabozos y Dragones y los Pitufos (y en las noches cuando me encontraba solo, me ponía a rezar mi rosario), cuando me dirigí a bajar las escaleras de mi casa mi mirada inocente se distrajo al ver que la “frúgil” (*) del barrio estaba siendo auxiliada por su enamorado con una de esas maniobras Heimlick… esperen un rato, la maniobra Heimlick no se hace con el pantalón abajo… de los dos! Tal vez ella lo estaba empujando con fuerza hacia la pared por la cara que tenía, pensé, pero por que de esa manera? No, no podía creer que estaba presenciando esto, me quedé pasmado ahí unos largos 15 segundos (creo que más bien fueron 15 minutos) cuando decidí arruinarles el show, bajé las escaleras haciendo todo el ruido posible hasta que llegué a donde ellos estaban y los encontré sentados uno frente al otro como si nada hubiera pasado. Regresé de comprar y ya no los encontré, espero hayan decidido pagar esta vez si su cuarto de hotel.

(*) Frúgil:
Una mujer llega a un confesionario y le dice al párroco:
Mujer: Ay padre, he pecado. Ayer me encontré con un amigo de años y me invitó a tomar un trago y usted sabe, tragos van, tragos vienen y terminamos en mi depa y nos acostamos… es que soy tan frúgil.
Padre: Frágil, hija mía, se dice frágil.
Mujer: Sí, padre. Y hoy en la mañana me vino a buscar el chofer de mi marido, lo invité a pasar y le invité un trago y usted sabe, tragos van, tragos viene… y terminamos en mi cama. Ay, padre, es que soy tan frúgil
Padre: Frágil, hija mía, se dice frágil.
Mujer: Y antes de venir acá me cruce con un vecino y me invitó un trago, y usted sabe, tragos van, tragos vienen y terminamos en la cama. Ay, padre, es que soy tan frúgil.
Padre: Puta, hija mía, se dice puta.

El 25 de Noviembre del presente año, Anónimo dijo:

“Cuenta pe’… Como fue con la tía de cuarenta?”

Tenía 15 años cuando estudiaba inglés en el ICPNA de Miraflores, una de mis compañeras de clase era Ingrid, una madre soltera de 40 que hacía doblaje para algunos comerciales en esa época. Ingrid vivía cerca de la casa de mi tía, donde pasaba mis fines de semana, era entonces que aprovechaba su auto para que me lleve a casa de mis primos después de las clases de inglés. Mis primos estudiaron en el Inmaculada (colegio de varones) y al verme llegar con ella era como admirado por “salir” con una mujer (aunque sea mayor que yo). Y yo como todo chiquillo tonto, aprovechando la fama que tenía, exageraba un poco, poquitito… poquititísimo… casi nada, una mentirilla blanca e inocente de cosas que no pasaron entre nosotros. Pero en el fondo era gracioso, por que era inocente y quería “experimentar” así que me adjudicaba pretensiones con ella misma que le parecían graciosas, entonces en lugar de engrandecer mis ego, lo único que lograba era disminuirme. Cosas que pasan cuando eres chiquillo e inexperto. Que? Quieren saber que decía de ella y yo? Bueno… eso se los dejo de tarea. Finalmente, ella partió a Italia con su hija (tres años menor que yo) y nunca más supe de ella, si encuentro su apellido un día de estos lo publico para ver si es que algunos de ustedes saben algo de ella. Lo que si es cierto es que la extraño mucho, como amiga y falsa amante, ja, ja, ja. Me sentí tan mal como cuando terminé mi relación con Galadriel, la dama de la luz y reina de los Elfos del bosque.
D96: Galadriel, es la quinta vez que salimos y no sé si es pronto, pero me gustaría regalarte esto. – saqué de mi bolsillo una pequeña cajita con un anillo dorado.
Galadriel: Me lo ofreces voluntariamente?
D96: Claro, quiero que seas mi novia.
Galadriel: No voy a negar que mi corazón ha deseado esto siempre.
D96: Bueno, es un detallito…
Galadriel: Dragón, tendrás una reina, no oscura pero hermosa como el amanecer. Traicionera como el mar. – de pronto su mirada cambio y se puso transparente, su cabello empezó a ondear como si una fuerte ráfaga de aire lo levantara.
D96: No tienes por que exagerar sino quieres…
Galadriel: Fuerte como las bases de la tierra, - su voz se tornó grave y resonaba como los truenos en las noches de tormenta - Todos me amarán y desesperaran!!!
D96: Creo que hasta acá llegamos. Oye, no te han dicho que tienes un aire a Kate Blanchet?

Si quieren saber algo más, solo pidan.