D96: "I'm not a nice boy... but i'll fuckin' try!!!"

Si creías que mis glazonómicos posts habían acabado, te equivocaste. Leyendo el último post de El Chepis me puse a pensar (sí, también pienso) que todo lo que escribo en este blog tiene 50% de verdad y 50% de imaginación. A este paso, Dragones del 96 será el único blog donde hablo con verdad en un porcentaje mayor. Así que para dar una cuota de realidad, esta vez les mostraré que no soy prefecto y con el dolor de mi corazón verán una cara de D96 que no esperaban ver.

Ladrón que roba ladrón... se queda sin Transformers. En las épocas de cole tenía la costumbre de pasar mis fines de semana en casa de mi tía. En aquellas épocas disfrutaba de ir para allá pues mis primos tenían la colección mas grande de juguetes que yo jamás haya podido conocer, entre ellos mis favoritos los Transformers (los juguetes y no hablo de tracas). Yo también tenía mi colección, pero ellos tenían a los que salían por tele y yo a los desconocidos, además de otros bambas. O sea, deseaba esos juguetes. En cierta ocasión, uno de sus pequeños transformers se metió misteriosamente en mi mochila y llegó a parar a mi casa, raro, no? Hubiera sido un robo perfecto pues mi tía solía castigarlos por su bajo rendimiento en el cole regalando sus juguetes, así que no lo extrañarían, pero como ningún robo es perfecto, en una visita a mi casa, mis primos dieron con el transformer perdido y bueno tuve que devolverlo. Quedé mal, pero el tiempo se encargo de curar esas rencillas (juro que no me lleve el cd original de LotR: Las Dos Torres).

Con bolsita en mano. Después de haber quedado entre los primeros puestos de “Los que más saben” y ser diestro en tocar en al menos tres diferentes instrumentos musicales y dominar diez idiomas, entre los que recuerdo latín, griego, francés y japonés, entre otros, tenía que enfrentarme a la educación cuasi publica (mi colegio tenía la denominación “de gestión no estatal”) en el curso de Formación Laboral, en español quiere decir hacer manualidades (ahí me enseñaron también a coser, arreglar los plomos y hacer tablas de picar). Como todo niño de nueve años, desconocía el peligro de muchas de las cosas con las que jugaba, sabía lo peligrosa que podía ser una tijera, lo doloroso que era hincar a alguien con una aguja punta roma y sobre todo como cortarme con una navaja. Aquella vez, la profesora me encontró con las manos llenas de Terokal, que aspiraba como si fuera una Vitapirena. Yo solo recuerdo que ese olor hipnotizante, además de frustrar mi futuro como un premio Nóbel… en otra vida será. A propósito… se han dado cuenta que ya no piden Terokal en el colegio… ahora se llama Pegamento Africano.

Que niñita! Mi época del colegio es la que menos buenos recuerdos tiene, no es que me haya parecido mala, simplemente la detestaba. Por que? Pues nunca fui bueno haciendo amigos y por que no decirlo, era un acuseta de porquería. Si, es cierto, su amigo dragón se comportaba como un niñito engreído, corriendo donde la mamita cuando alguien se burlaba de él. Tenía ocho años y han tenido que pasar 22 más para aceptarlo (eso quiere decir que estoy madurando). Una vez me retaron a una típica pelea de cole (esa donde el chibolo alfa reta a los demás para demostrar su poderío) y lo que yo hice fue esconderme detrás de las faldas de mi hermanita un año mayor que yo. Ese día, creo que ella misma me golpeó por llorón, pero eso forma parte de mis otros traumas.

Cual Gunther. Cuando era niño era como el perrito de Ana Lucia, Gunther, y tenía la mala costumbre de cultivar champiñones bajo las alicias y sacar denominación de origen para los quesos que también producía. Ok, exagero, pero de chibolo no me gustaba bañarme a diario. Pasaban uno, dos y hasta tres días antes de volver a tocar agua (creo que el record va mas que eso), y no por que el agua fuese fría, sino por flojera de recolectar agua caliente en baldes. No tenía terma, pues… era pobre, por eso también robaba juguetes (insertar música patética acá). Pero fui creciendo y sentí la necesidad de un baño (o hasta más) diarios, pues aunque mi olor natural sea bueno, el concentrado no hace milagros. No te preocupes blog leyente, la formula secreta queda en casa.

Que tal lisura! Mis padres siempre me enseñaron a dirigirme a otras personas con mucho respeto... a quien trato de engañar? Mi mamá se comunica con nosotros a punta de lisuras que ni ya recuerdo cual es el significado de muchas de ellas (en algunos casos son vocablos ininteligibles que suenan despectivos). Pero mi primera “mala palabra” (que estúpido me siento escribiéndolo) fue un insulto a mi hermana por algo que ya no recuerdo que fue, solo recuerdo que me hizo sentir tanta cólera que le solté un grandísimo “merde” y acto seguido me encerré en mi cuarto a llorar como descosido, me sentí la persona mas baja de todo el mundo y el cargo de conciencia era inexplicable. Mi viejo me dijo luego que no tenía de que preocuparme, solo que no lo vuelvo a hacer… pero saben que? Ahora hasta disfruto hacerlo.

Medio Vruto. Uno de mis mejores amigos del colegio se encuentra actualmente en Tarragona, el pata es la persona más inteligente que he conocido en toda mi vida, pero no tanto como para darse cuenta el tipo de amigo que era yo. Cuando estábamos en los Boys Scouts (sí, también se hacer nudos) había un juego que consistía en armar la Rosa Náutica al otro lado de la cancha con un tiza, sobre el suelo. Éramos un equipo de 4 personas, pero mi pata solo confiaba en mi conocimiento para lograr la tarea. Entonces al sonar el silbato, uno corría, dibujaba una orientación y regresaba donde su compañero de equipo para que vuelva a salir y dibujara otra orientación o corregía a su compañero. Y yo siempre corregía, equivocando la respuesta, o sea la ca*aba cada vez más. Cuando terminó el juego (sin haber ganado), mi pata echó la culpa a los demás compañeros por haber perdido sin sospechar que yo había sido el culpable de todo. Yo confieso.

Uno, dos… D96 viene por ti. Han sido pocas las veces que he querido matar a alguien, pero nunca, nunca lo he deseado de corazón (ok, solo un par de veces, pero nada más). Siguiendo con este amigo de colegio, cierta vez me invito a jugar frontón y fui, aunque no tuviera idea de cómo se jugara. Me presto una raqueta y me dijo que era como jugar tenis, que era lo que estaba aprendiendo en esa época. Sin embargo, los dioses me marcaron con una maldición la cual se activa cuando intento hacer un deporte que incluya pelota alguna. Solo recuerdo que cuando quise hacer el primer golpe, en lugar de golpear la pelotita negra, me bajé su ceja y si hubiera estado más cerca, probablemente le hubiera sacado el ojo. Como dije, ahora vive en España, muy lejos de mi.

Compartiendo. Mi hermana tiene una amiga que tiene un trasero gigantesco, solo le falta ponerse en cada nalga faros direccionales. Pero la amiga en cuestión ha sido testigo de mis innumerables ridiculeces que hasta ahora las comenta cuando nos reunimos en casa. Por ejemplo, cuenta la leyenda que una vez me compre una Inka Kola de 3 litros para mi propio consumo, esa gaseosa era mía y tanto era mi egoísmo que en casa habían dos botellas de gaseosa, una mía y la otra de la familia (lo que también demuestra que desde joven era independiente). Esta chica llegó un día a casa con una sed de mil caballos (para mi que quería enfriarse el carburador) abrió la refri para servirse gaseosa, entonces yo, bien ridículo, baje corriendo a quitarle lo que se había servido de mi gaseosa y le hice un pequeño, pero estúpido escándalo del cual ahora recuerdo con gracia. Pues no hay mejor manera de corregir un error que viéndote a ti mismo como estúpido cometiéndolo. Igual, ella siempre me lo hará recordar. Gracias, G.

Biología. Siguiendo con este pata al que casi le saqué un ojo, recuerdo entre tantas travesuras que hicimos la de comprar un porno. No tenía mas de diez años cuando sucedió, recuerdo incluso que fuimos (pues solo sucedió una vez) a la parte trasera de los edificios donde vivíamos, junto a otros amigos para examinar con detenimiento aquella revista. Lo único que recuerdo fue casi la rompimos al escuchar que alguien se acercaba, así que la escondimos bien y la vimos por ultima vez… supongo que algún Manuelón se la llevó. En otro momento, cuando mis hormonas estaban ya alterándose, me anime a comprar mi primera propia revista porno, así que en el primer kiosco que encontré vi la figura más sensual y la compré. Recuerdo que la escondí en mi mochila y me fui a casa desesperado, ansioso de leer… las entrevistas. Cuando la abrí me empecé a matar de risa de lo estúpido que fui, en realidad compré una revista de cine y la portada era una escena de Bajos Instintos. Y así empezó mi gusto por el cine.

Ojos que no ven, corazón que no siente. Hace muchos años salía con un chica que era muy... como decirlo, tranquila. Nos veíamos en su casa después de la universidad, nos encerrábamos en su cuarto cuando la casa se quedaba a solas, pero... nada más. O sea, habían besos y caricias, un acercamiento a primera base, pero hasta ahí nomás. Supongo que debió ser parte de mi inexperiencia en estos menesteres de los que me creía diestro, pero no, yo estaba bien y habían muchas testigos de ello. Sí, señálenme con el dedo, ajustícienme atándome calato al poste de luz, digan que todos los hombres somos iguales, pero yo creo que me sentí empujado a hacer algo así. Por qué? Solo por que no me dieron lo que estaba buscando? Tal vez no estaba listo para tener una relación seria, además no duré más de dos meses con esta chica y bueno, la relación se terminó sin que ella se enterara de ello. No me pareció correcto decirle lo que pasó por las razones que creía, así que se morirá sin saberlo.

Mentiroso, mentiroso. Todas las historias que preceden a esta demuestran en parte mi mala fortuna para manejar una mentira… y es que… soy muy malo mintiendo. Pero pongámonos la mano en el pecho… quien no ha dicho una mentira alguna vez? Quien no ha metido a patota diciendo barrabasada y media solo para salvarse el pellejo?, hasta capaz de vender a sus propias madres! Iba a contarles una anécdota que involucró alguna mentira que dije, pero como no recuerdo ninguna (más mentiroso), les contaré de alguien por quien si he sufrido sus mentiras. Mi pata Mart recibió un dinero para pagar la universidad y la metió al banco, pero el muy huevo frito se lo gastó y le dijo a su vieja que yo se lo tenía guardado. Una vez, al visitarlo en su casa (vivía en el tercer piso de un edificio) él me recibe antes de llegar al primer piso diciéndome que le diga a su vieja que yo tenía ese dinero. Y eso fue lo que hice, pero me lleve la peor parte pues según la señito, yo era una mala influencia para su hijo. Y esa no fue la última vez que la señito me vio con malos ojos, por suerte cuando me convertí en el padrino de boda de mi amigo, toda su familia me recibió muy bien… hasta que se separó de su mujer.

--------------------------------
Para los interesados, estoy todavía esperando noticias acerca de algunos karaokes ya que el Tropicana cerrara en las siguientes semanas. A quienes estén preocupados por no recibir algún correo mío, no se preocupen, apenas tenga noticias les escribo y eso no debe pasar de esta semana. Solo espero que después de haber leído este post no te haya hecho cambiar de idea para asistir a mi cumple.