La boda de mi primo.

Hace dos semanas se casó el mayor de mis primos con una chica muy linda que ahora es ¿mi prima? La boda fue en una iglesia a la que llegamos tarde por culpa de algunas de las mujeres de mi vida, que a golpe de 10am no se les ocurrió mejor idea que maquillarse y peinarse como dios no las trajo al mundo. Yo en cambio, en 10 minutos me bañé con mi jabón Dove y mi shampoo H&S, me eché mi nuevo Axe Sí, me puse gel a consejo de Serendipity (y con el que tal vez la tía Lauris me de bola), me puse mi camisita blanca John Holden (prohibido para menores – sorry Jocho, cumple tus 18 y cómprate una), una corbata que intentaba ser bonita y una correa de 20 soles que nadie notaría pues no me iba a sacar el saco (es de poca prestancia, le dicen). En pocas palabras, me iba matador.

La recepción fue en un hotel, que nunca había pisado en mi vida ni sé que sus Aguaymanto Sours son muy buenos. Desde lo alto de ese lugar podía ver todo el distrito de Miraflores, que con el sol a media asta, se veía muy bien. Si estuviste haciendo parapente ese día fácil cruzamos miradas. Hubo mucha gente, mucha familia y sobre todo mucho que contar. Por donde empezar?

Dicen que las bodas son las mejores ocasiones donde uno puede conocer a la aventurilla de su vida, fácil la tía regalona y ricotona del otro extremo de la familia te pegue la mirada matadora que ya esta en desuso para no olvidarse que la juventud aún existe y darle un poco mas de movimiento a las visagras del ring de las cuatro. También están las amigas solteras, que no perderían un solo momento (es un decir, ok?) para no sentirse solas por al menos dos o tres horas en algunos de los cuartos vacíos de otros tipos de hotel (en ese no, a menos que defeque plata). Y yo que andaba bien arre...

Hecho: El período de gestación de un elefante es de 22 meses.

Y yo que estaba bien arrebatado de que no me inviten a una boda, esta vez me sentí extraño al verme como mocoso de tres años en el nido. Estaba ansioso por conocer a algunas de las amigas de los novios, pero... no estaban (incluso la enamorada de mi primo el segundo, salió volando diciendo “es el primo de mi enamoradooooo...!!!”). Hablando con otro de mis primos caímos en la conclusión que todas estas chicas lindas, solteras y dispuestas a conocer a un galante dragón como yo, estaban extintas. Simplemente no estaban, no había ninguna, acaso mi primo fue el último en casarse de su grupo? O es que la novia había boicoteado las posibilidades de que alguien la opaque? No lo sé. Y no digo nada de las tías algo curtidas, por que realmente... estaban demasiado encurtidas (ya me dio escalofríos), la única que estaba como para el caldo de amanecida salió volando diciendo “soy mayor que éeeeel...!!!”

Dicen que mis primos y yo tenemos cierto parecido. Adivinen cual soy?

Como era de tarde, tuvimos un rico almuerzo, y creo que quien se llevó la tarde fue la fuente de chocolate que casi todo el mundo probo junto con los pinchos (pinchos de frutas con fresa en la punta) que habían en una mesa. Hubo un pequeño baile, organizado por mi pequeño sobrino SD96 que todos imitaron. Y que hice yo? Pues lamentarme de mi mala suerte, tomando un whiskey (hubiera preferido pisco) que no me movió en lo absoluto... al menos hasta donde recuerdo. Tal vez si fuera Serendipity, mencionaría que uno de los primos fue en terno y sus zapatillas Converse... y no se vio mal, pero como no entro en detalles de moda, mejor me quedo callado. Lo que si podría decir es que habré subido tanto de peso, que el pantalón me pedía chepa, por suerte cuando uno está en tragos, ya nada le molesta.

Y si, si me la pegue después.