3C.

Estaba el ultimo fin de semana en la casa de la pareja que conocí en la última reunión swinger a la que asistí (es difícil siendo hombre que una pareja te acepté, pero al parecer no imposible) cuando, en uno de esos momentos en los que piensas en otras cosas para no ser el primero en irte a descansar, me vino una especie de epifanía acerca de cómo estoy relacionado al número tres, en mi vida, mis recuerdos y hasta cosas vanales y sin sentido.

Recordé que una vez mi primo me dijo que para tener éxito en la vida debo tener las 3 C’s. Carisma, conchudez y conocimiento. Carisma, pues a nadie le gusta la gente apática y menos a las personas con las que te desarrollas. Siempre con una sonrisa, siempre siendo atento, siempre feliz como si la vida fuera maravillosa. Conchudez, pues a veces hay que saber cuando pasarse de la raya, sino tu no puedes atrasar a nadie, alguien más lo hará contigo. Para cojudos, conchudos hay muchos. La última C no la recuerdo bien, pero creo que es conocimiento, pues de que te sirve tener carisma y ser conchudo, sino puedes demostrarte como un profesional, estudiar si la pone. Lo cierto es que aplico poco de esto en mi vida, pues aunque pueda parecer carismático y tenga un título a nombre de la nación (que no necesariamente implique que sea un erudito), de conchudo no tengo ni la concha. Parte de ello lo culpo a mi introversión, que algunos de ustedes deben no creer, pues en las reunas siempre he estado activo y pilas, pero es porque confianza con ustedes ya hay.

Faltan trece días para mi cumpleaños, nací un día 9 (3 veces 3), en el mes de junio (2 veces 3), el año 1976 (1+9+7+6=23, que multiplicado por 3 es 69, 6-9, junio 9, que al revés es 96, mi nick blogger). Este año cumplo 32 y aunque el próximo año cumpla 33 (la edad de Cristo), mi blog tendrá oficialmente 3 años de vida. En casa somos tres hermanos, tengo nueve pericos y aunque solo tengo un perro, tengo tres enterrados en el jardín (alguien dijo pachamanca?). Ya van tres semanas que me voy juntando con esta pareja, solo los tres y nos hemos visto en tres oportunidades. He vivido en Barranco, Chorrillos, Miraflores y San Miguel, cuyos códigos postales son 4 (1+3=4), 9, 18 (3 veces 6) y 32 (al revés 23). Tuve una relación la cual terminé por una corazonada con el número 3, le dije (y lo recuerdo textualmente): “terminaremos dentro de 33 días” e inconscientemente, así fue. Una vez escribí una historia que llame 3, pues su significado, según sabía, era “totalidad”. Ahora investigando en la red (para no parecer un papanatas hablando sin sentido de ello), encontré que el tres tiene varios significados místicos. Es el número de la trinidad, es considerado el primer impar, es la representación del ciclo (nacimiento, vida y muerte; pasado, presente y futuro), es el emblema del macho, se toca tres veces madera para alejar la mala suerte y una larga lista más. Che’ere por el tres.

El número místico: 3.

Claro, no TODO lo que hago se relaciona con el número tres, pero es muy sencillo reducir cualquier número al número tres, así que mientras siga sicoseado con eso, seguiré creyendo fervientemente en que el 3 es mi número. Es un pensamiento, como me dijo mi primo el filosofo, Pitagórico, pues como sabrán ellos creían que todas las cosas en el universo se relacionaban con números. No entraré en detalle acerca de ello, pues sería irrelevante para el post.

Ahora que lo leo, Miraflores tiene codigo postal 18, 3 veces 6, 6-6-6, el número de la bestia, Miraflores es Sodoma! Y Gamarra, queda en La Victoria.

Y así, en plena faena y mientras mantenía mi mente ocupada, pensaba en el nombre que le daría a este post. 3C tiene triple significado, primero por el tema que vino a mi mente con lo que abrí el post; además se lee “tres-ce” o sea “trece” días para mi santo y este es el post 300 o sea CCC en números romanos. Y aunque hoy 27 (3 veces 9) de mayo (5=2+3, mi historia con el cinco es tan larga como esta) cumplo dos años blogueando, estoy ya en mi tercer año como blogger. Tres razones para celebrar.

No crean todo lo que leen.