jueves, enero 14, 2010

La Tía Choclo.

Conoces a alguien que…

Utilice sastres de color azul y los usen (en extremo) entallados?
Usen blusas de colores claros y transparentes, tanto que se puede ver el brasiere?
Lleve el cabello abultado, normalmente corto y ondulado? Y si fuera lacío, pareciera que siempre (y recalco SIEMPRE) estuviera mojado?
Hace que las costuras de la falda (pues nunca llevan pantalones) pidan chepa?
Normalmente carecen de cuello?
Tenga pies extremadamente diminutos, anormalmente desproporcionados al cuerpo?
Sus brazos y piernas son exactamente iguales?

Pues si dijiste SI a todas estas preguntas (solo si dijiste si a todas las preguntas), lo más probable es que conozcas a una Tía Choclo. De verdad que no se me ocurrió mejor palabra para describir a estas señoras, muy lindas ellas, que al igual que al choclo hay que pelar con mucho esmero para ver lo que hay adentro. No confundir con las tías Choclonas, las Chiqui-choclos, las Lady Choclos, las tías Maíz o las Lady Maíz (in fact, tengo una amiga que se apellida Maíz, pero vino un pollito y se la comió). La Tía Choclo es muy feliz y no pone cara de poto, casi nunca.

Bueno pues, es bien sabido que soy un imán para estas señoras, no sé, no lo entiendo, es como si fuera una estrella brillante a la que ellas llegan y me enamoran sin el mas mínimo desparpajo y para ser sincero, no me molesta, salvo cuando la cosa se pone demasiado evidente y los ollucos se les sueltan. Tranquilas, señoras, tranquilas por favor. Trato de cuidar mi colesterol.

En el nuevo instituto hay una profesora que es así y viéndola en clase se me ocurrió escribir este post. De verdad que merece uno. Ya les iré contando/rajando del resto de la clase y proximas aventuras.

Como por ejemplo cuando me preguntan mi edad y terminan dándome la mirada “que se siente ser el que tiene mas experiencia sexual en el salón, incluido el profesor”?

Bueno, a estudiar!

sábado, enero 09, 2010

Popo Moco.

Si hay algo que admiro de los niños es la rapidez que tienen en responder de diferentes maneras a como lo haría normalmente un adulto ante situaciones similares. Para entendernos mejor, veamos algunos ejemplos.

a) Qué dirías tu si cuando estás terminando tu rompecabezas de 10,000 piezas, viene alguien y lo desarma todo?
b) Qué dirías tu si cuando vas a una entrevista de trabajo te das cuenta que tu ropa está sucia y no te fijaste en ello hasta que entraste a la entrevista?
c) Qué dirías tu si tienes que cobrar un cheque y llegas al banco un minuto después del horario de atención y no te dejan entrar?
d) Qué dirías tu si te hacen una pregunta a la cual no puedes responder?
e) Qué dirías tu si te matas haciendo una cola de tres horas para entrar al cine y la persona que está delante tuyo compra la ultima entrada?

Respuestas:
a) Tamales!!!
b) Por la puta madre!!!
c) Por la recunchesumare!!!
d) Uh?
e) Por la rejijuna su madre!!!

Pues los niños no dicen groserías. Sus pequeñas mentes no encuentran mejor forma de afrontar problemas como estos (claro que ellos enfrentan menores problemas a comparación de los de un adulto, pero siempre hay algo que los saca de quicio) que solo atinan a decir una frase tan corta, que se asimila a nuestro “puta madre”.

Popo moco!!!

Situaciones:
D96: Mira, sabes que enano?, no vas a poder ver Los Padrinos Mágicos en mi tele porque voy a ver una pela.
SD96: Popo moco.

D96: No podemos ir al cine porque tengo que trabajar.
SD96: Popo moco.

D96: Toma toda tu sopa porque sino no te acompaño al parque.
SD96: Popo moco.

D96: No juegues con la pelota dentro de la casa.
SD96: Popo Moco.

D96: Quien chuma agarró mi almohada???
SD96: Yo sé, yo sé.
D96: Quien fue?
SD96: Popo moco.

SD96: Podemos jugar?
D96: No puedo papá, tengo que...
SD96: Popo moco.

(escuchando Tu me vuelves loco de Frankie Ruiz)
SD96: Tu me vuelves popo, tu me vuelves popo (moco).
D96: Popo moco!

D96: Sorry papá, no me di cuenta y rompí tu juguete.
SD96: (con una mirada de odio que helaría la sangre a cualquiera) Popo... moco.
D96: Popo moco tu primero.
SD96: No, popo moco tu primero.

Lo cierto es que la frase es pegajosa y se adapta a cualquier situación en la que uno se sale de quicio por tonterías. Y admiro que sea esa inocente frase a que me suelte a sus pequeños ocho años, algo que suene mas fuerte. Por cierto, para ser sinceros, la frase se me ocurrió a mi, pero mejor él que se lleve el crédito. Y si alguien objeta ello pues...

Popo moco!!!

martes, enero 05, 2010

En resumen...

Y empezó un nuevo año.

Sep, llegó el 2010, finalmente.

Y con él, terminan algunas historias, como mi chamba. Para quienes no tenían idea en lo que estaba metido lo resumiré en pocas palabras:

Estaba trabajando y a partir del miércoles, ya no.

Vaya, hacerlo en nueve palabras no fue difícil. Intentémoslo en menos palabras:

Trabajaba, pronto ya no.

Vaya, CUATRO palabras es casi un logro. Podrá hacerse en menos palabras sin escribir huevadas? Intentémoslo nuevamente:

Trabajo, pronto no.

Tres palabras y se deja entender algo. Y para cerrar el tema... ahora con solo una palabra (no importa que suene como cualquier huevada):

(Publico se asombra: GASP!!!)

Trabaja-buh!!!

Ok, en serio, me sorprendió mucho encontrar este último trabajo. Todo empezó cuando me pidieron que me encargará de un buffet, a una de las invitadas le gustó lo que preparé y me propuso trabajar en su oficina, en la cafetería para ser precisos, para preparar mis menjurjes y venderlos obviamente. Al principio fue algo difícil, pero no podré negar que he aprendido un montón. Ya sé como es el trabajo en cocina, aunque no a gran escala. Es duro, jodido y uno siempre trabaja cuando otros se divierten. Y nada, creo que lo he hecho bien. La gente de la oficina me ha enseñado a mejorar mis recetas y a dar un buen servicio, además he aprendido en escala mini lo que es llevar un negocio propio. Mostro!

Lamentablemente, todas las historias tienen un final y esta vez le tocó a mi chamba. Uno tiene que avanzar y obviamente, por mejorías, hasta mi casa dejaría. Deséenme suerte nomás, seguiré teniéndolos al tanto.

Por cierto, Feliz 2010 atrasado! Yo la pase tranquilazo, trabajando (tenía algunos pedidos). La bomba sucedió los días subsiguientes.