Il vero ristorante peruano italiano.
Ya en la semana mi hermana me había dicho que no quería comer Chifa, ni comida marina, pues eso fue lo que sus patas de la oficina le invitaron por su santo, así que me dijo “quiero comer pasta” y yo me pregunté cual infante curioso “donde michi las llevo a comer pasta???” La anterior opción era ir al fenecido Ricollina en pleno corazón (o arteria Aorta de Lince), así que solo se me ocurrió un solo nombre… “Il Postino”, un restaurante de corte familiar perfecto para la ocasión (me pareció la más comoda entre La Trattoria Don Vitto, La Trattoria y Antica entre otras).
Ya en el lugar ni bien nos sentamos una señorita muy amable (con cara de Patricia o Verónica pero con sonrisa de Pendavis) llegó con las cartas que entregó a cada uno. Poco después de pedir el vino, llegaron los pequeños “cariñitos” (cortesías de la casa), canastas de variedades de panes, aperitivos de maracuyá, tapitas con salsa de carne y más canastas de panes… asu!
Para empezar pedimos un anti-pasto, un Carpaccio con Champiñones y queso Gruyere, del cual mi señora madre no era devota, pero el sobre gusto de aceite de oliva le dio un nivel de MUST para una próxima visita a mi parecer. De segundo, mi hermana menor se pidió unos Fetuccini Bosco, mi pequeño sobrino una Pizza de Prosciutto, la agasajada se pidió unos Orecceta Ragú (en español codiquesos de Kraft con salsa de carne y de regalo su sticker de los Power Rangers), su enamorado se pidió unos Pappardella con Salsa de algo (creo que fueron hongos, que inocentemente, y no entiendo como, los confundió con una lasagna), yo me pedí un Rissotto a la Funghi Porcino que estaba de la re… chupete! Pero el mejor plato a mi parecer fue el de la Nona (mi madre), unos Ravioles de Funghi que la hicieron prácticamente lamer el plato tres veces y guardarlo de frente en la despensa. Como diría Lauris Mantis, una malcriadez del buen gusto (para ser sincero, la porción de ravioles era pequeña a comparación de mi risotto). Para acompañar el almuerzo, nada mejor que un vino de la casa (en realidad fue un modestito Balbo Malbec que hizo su esfuerzo y cumplió su humilde intención) y unos aperitivos al gusto de la family: Piñas Coladas, Daikirí de fresa y un Pisco Sour para el hombre de la casa (el Pisco Sour estaba… en un vaso) que llegaron erróneamente con el almuerzo y que se tuvo que comer con el postre. Mi sobrino se pidió un Spumoni de Vaniglia con fudge y yo una Porción de Profiteroles rellenos de crema Bavaria y Fudge… exquisitos. Y como era el santo de mi hermana, la casa le invitó un Tiramisú con una velita de cumpleaños… excelente gesto.
En resumen, el lugar me pareció muy bueno, la decoración es bastante sencilla, de ambiente muy agradable con los típicos manteles a cuadros como los de la abuela, incluso tienes la cocina al lado de la escalera, donde puedes ver a los señores cocineros hacer lo suyo mientras esperas pacientemente. Las señoritas que nos atendieron fueron demasiado amables, las constantes visitas de Don Domenico (el dueño del lugar) hicieron del almuerzo más intimo, pues sus constantes consejos nos ayudaron a elegir los platos (por un momento me hicieron desistir de pedir mi Risotto pues demoraría más que los otros platos, pero Don Domenico, después de decirme que su cocina estaba alborotada por mi culpa, dio su bendición para la realización de un plato cuando lo normal es que salgan como mínimo dos). Incluso al final, tuvo la amabilidad de despedirse personalmente de la familia entera… ni Gastón (y eso que gasté el doble esa vez).
Deseas comunicarte con Dragon del 96? Agregame dragondel96@hotmail.com
Alguna contra? Los aperitivos llegaron tarde y aunque a mi parecer me sirvieron como a señorita (tampoco es la idea lampear la comida a la boca, no?), la sazón y sabor compensaron aquellos pequeñas faltas. Una excelente atención por parte de todos y un trato excepcional (a mi hermana le hicieron desistir de pedir Lasagna pues la misma señorita dijo que no era su fuerte) y el postre de cortesía (ni en el A&G) hicieron del lugar un bonito ristorante que se puede volver a repetir.