Iba a hacer una crónica acerca de lo que sucedió el viernes, pero se me ocurrió escribir mejor esto. El viernes hubo un Concha Shower (shower en restaurante de percados y mariscos) en un conocido restaurante, para Monich por el próximo nacimiento de Gala al que asistimos el
Mini Combo Club… mejor lean el post y ustedes decidan.
Monichcita había sido invitada por un grupo de amigos para reunirse en un restaurante para celebrar un mini shower blogger. Eran casi las 12 del mediodía y aún seguía en su chamba, así que bajo excusas de sentirse un poco mal, logró escapar de sus labores diarias para llegar temprano, pues como todos saben, Monichcita es tan puntual como el Big Ben.
Camino a El Villano (Prolongación Venegas 261, Barranco), Monichcita iba cantando feliz de la vida, cuando a mitad de camino se encuentra con un pequeño perro, herido y tirado a un lado de la calle. El gran corazón de Monichcita se apiadó de la pequeña criatura y cuando quiso acercarse a ayudarlo, el perro lloró.
Monichcita: Oh, pobre perrito…
Perro: Auu… auu…
Monichcita: Oh, lindo perrito no te voy a hacer daño, no tienes porque asustarte.
Perro: No puedo evitarlo, soy un perro muy miedoso. Si tan solo tuviera valor…
Monichcita había escuchado de un Peregrino que vivía cerca de El Villano, el cual había sido un famoso mago y podía conceder deseos. Así que sin pensarlo mucho le dijo…
Monichcita: No te preocupes perrito, yo te llevaré con el Peregrino…
Perro: Dijiste Mago de O…?
Monichcita: No, no, no… mago no, sino Peregrino. El puede darte el valor que necesitas.
Así Monichcita y el perro caminaron alegres y contentos, cantando felices de la vida por las calles de Lima LimOz, cuando de pronto se cruzaron con una pequeña niña que reposaba sobre las altas ramas de un árbol, se veía muy triste y jugaba con una varita seca.
Perro: Mira Monichcita, es una Hada Mafadrina!- exclamó señalando a la niña - Ella puede ayudarme a tener valor.
Monichcita: Voy a preguntarle… - y se acercó a la pequeña hada - Hola linda criatura, eres tu una hada Mafadrina?
Hada Mafadrina: Sí, pero sea lo que sea que quieran no podré ayudarlos. – dijo desganada.
Monichcita: Por qué lo dices?
Hada Mafadrina: Porque no tengo magia. Ya no puedo conceder deseos y menos volar, y todo por que he perdido el corazón que hace que viva la magia.
Monichcita: Oh, linda criaturita, como podríamos ayudarte.
Perro: Que venga con nosotros, Monichcita conoce un Peregrino que puede darte el corazón que necesitas para revivir tu magia.
Hada Mafadrina: En serio…? – exclamó con cierta alegría.
Monichcita: Sí, ven con nosotros y yo me encargaré de que Peregrino te de el corazón que necesitas para revivir tu magia.
Así, la hada Mafadrina se unió al grupo de Monichcita y el pequeño perro, y junto los tres caminaron, alegres y contentos, felices de la vida (“Vamos a ver al Peregrino, al Peregrino, Peregrino de LimOz…”, entonaban), hasta que llegaron a una inmensa cueva de donde se decía vivía un gigantesco dragón. El perro no quiso dar un paso más por el temor de cruzarse con el dragón, la hada Mafadrina agitaba su varita sin producir una chispa, mientras que Monichcita se adelantó a entrar a la cueva (después de haber hecho reportajes en penales, una cueva de dragón era como entrar a un kinder), pero grande fue la sorpresa de nuestros personajes pues al ingresar a la cueva vieron a un dragón de 96m tratando de aplaudir sin lograr chocar sus palmas.
Monichcita: Hola dragón de 96m, que estás haciendo?
Dragón de 96m: Eh… - dijo babeando.
Perro: Creo que no te entiende. –dijo escondiéndose detrás de las faldas de la hada Mafadrina.
Hada Mafadrina: Creo que es un bastante lerdo… mira, ni siquiera puede aplaudir.
Dragón de 96m: Si puedo aplaudir, solo que… ya no lo recuerdo. –dijo cabizbajo – Estoy pasando por una etapa de crisis y ya no recuerdo ni como me llamó. Si tan solo tuviera una mayor capacidad de memoria…
Monichcita, que se apiadó también del dragón de 96m, lo invitó a unirse al grupo,

pero como este no entendía ni pío de lo que le decían, le tuvieron que explicar a través de dibujitos y señales, organigramas y presentaciones en power point, que los acompañara a conocer al Peregrino, que podría darle el cerebro que necesitaba.
Dragón de 96m: No quiero cerebro, quiero mayor capacidad de memoria.
Así, los cuatro personajes, Monichcita, la hada Mafadrina, el perro y el dragón de 96m caminaron juntos de la mano, alegres y cantando, felices de la vida… hasta que llegaron a un gigantesco castillo, donde supuestamente vivía el Peregrino. Muy nerviosos, los personajes se acercaron a la dantesca puerta y antes de tocarla, esta se abrió y una voz invitó al grupo a pasar. Al fondo del salón, una mesa estaba servida y en la cabecera, escondido entre las sombras, se hallaba sentado un misterioso personaje.
Misterioso personaje: Pasa Monichcita, te estaba esperando.
Monichcita estaba desconcertada, al parecer aquel personaje la conocía y la estaba esperando, pero eso no la detuvo y con toda la confianza del mundo, invitó al perro sin valor, a la hada Mafadrina sin corazón y al dragón de 96m sin cerebro a que la acompañaran a la mesa.
Monichcita: Eres tu el Peregrino?
Misterioso personaje: No, el Peregrino no podrá acompañarlos, en su lugar estaré yo para servirlos. Soy el Schatz de LimOz.
Perro: Suena a gaseosa, jajaja.
Schatz de LimOz: Silencio!!! – gritó. – No permitiré burlas ni bromas…
Monichcita: Tranquilo, varón. No hemos venido a burlarnos, queremos la ayuda del Peregrino.
Schatz de LimOz: Buscas valor para tu amigo el perro, corazón para tu amiga la hada Mafadrina y cerebro…
Dragón del 96m: No quiero cerebro, solo quiero mayor capacidad de memoria.
Schatz de LimOz: … para tu amigo el dragón de 96m.
Monichcita: Como lo sabes?
Schatz de LimOz: Acompáñenme en este almuerzo y hablaremos de ello. Los platos son recomendaciones de Peregrino, así que espero lo disfruten.
Así, Monichcita, el perro, la hada Mafadrina y el dragón de 96m se sentaron en la mesa a acompañar al Schatz de LimOz donde departieron un delicioso almuerzo. Las entradas que desfilaron fueron un Ceviche Mixto con poco ají, una tiradito de pescado algo pasadito de limón y un Sashimi de Pulpo que estuvo espectacular. Los segundos fueron un Pescado frito a la miel (premio especial para el que adivine de que era la miel), un Rissoto de Langostinos y un Arroz con Mariscos que estaban de la rechupete, y cuya presentación era muy similar, además del infaltable Tacu Tacu de Langostinos del cual podían comer tranquilamente dos personas. Entre los postres hubieron un Suspiro a la Limeña nada empalagoso, un Mousse de Durazno, una crema de fresa con galleta de chocolate y una novedad de Aguaymanto que gustó a todos los presentes. Para acompañar, harta chela bien helena y su chichita morada para Monichcita. De verdad una deliciosa comida que se disfruto de principio a fin, no solo por la comida, sino también por la compañía. Hasta que Monichcita se dio cuenta que eran casi las 3pm y debía regresar a la chamba, así que un poco apurada, presionó al Schatz de LimOz para averiguar si él podía ayudar a sus amigos.
Monichcita: Tengo que irme pronto, Schatz de LimOz. Y aunque agradezco su invitación amable, también quiero pedirle un favor, no es para mi, es para ellos, mis amigos.
Schatz de LimOz: Ah, siempre al grano. Déjame ver…
Schatz de LimOz sacó una bolsa y rebuscó en su interior, pero su rostro en lugar de mostrarse satisfacción, mostró preocupación.
Monichcita: Qué sucede? Pasa algo malo?
Schatz de LimOz: Pues… no encuentro valor, corazón ni cerebro…
Dragón de 96m: Que no quiero cerebro, solo quiero mayor capacidad de memoria.
Schatz de LimOz: Parece que mi primo, el Mago de LimOz ya los utilizó.
Todos se pusieron tristes.
Schatz de LimOz: Pero podría darles algo mejor.
Y todos cambiaron las caras.
Schatz de LimOz: Para el perro sin valor le daré… un dínamo, para que cuando camines puedas producir luz y ya no temas a la oscuridad. Así te convertirás en el Perro AndaLuz.
Perro: Eh… ok. – aceptó no muy convencido su regalo.
Schatz de LimOz: Para la hada Mafadrina le doy un pasaje para dos personas a la ciudad del Cuzco. Para que hacer felices a otros con tu magia, si lo que necesitas es encontrar magia a través de tu felicidad?
Hada Mafadrina: Eh… ok (floro!). – aceptó sonriente.
Schatz de LimOz: Y al dragón de 96m le daré un celular Samsung con cámara para que nos tome fotos y las posteé cuando escriba una historia acerca del encuentro de hoy. No necesitas cerebro para bajar las fotos que tomes, no es nada díficil.
Dragón de 96m: Mostro... Gracias! –aceptó alegremente.
Schatz de LimOz: Y para Monichcita, para que llegue pronto a su chamba, un par de zapatillas rojas con los que podrás ir a cualquier sitio. Solo las tengo en talla 8.
Monichcita: No importa.
Y como Monichcita estaba apurada, se puso las zapatillas, golpeó sus talones y regresó a su chamba, donde le contó a sus amigos todo lo que había vivido a la hora del almuerzo. Obviamente nadie le creyó, pero eso no importaba, pues lo que ella había vivido lo recordaría por mucho tiempo más. Lo que sucedió con el perro, la hada, el dragón y el mago, nadie sabe, solo que se fueron a celebrar al Juanito’s con sus respectivos capitanes.
Y si no ven fotos es por que el inteligente de su Dragón del 96 no puede bajar las fotos de la cámara de su celular. Apenas pueda, las cuelgo.